7 oct 2009

Hipatia. La última luz de Alejandría


Hipatia, una de las mujeres más influyentes en su época, caso atípico en el momento histórico que le tocó vivir en donde a la mujer no solo no se la tenía en cuenta si no que era menospreciada, su historia, vuelve a la vida tras años de olvido de la mano de una película Ágora, de Alejandro Amenábar que mi compañero y yo estamos deseando ver cuantos antes, porque el personaje de Hipatia tiene un perfil totalmente propio de "amimedamiedo", personalmente llevo tiempo queriendo contar unas pinceladas acerca de su vida y con el boom de esta película por fin ha llegado el momento de conocer a la más importante científica y filósofa de la antigüedad tardía.



Hipatia nace en Alejandría alrededor del año 355 d.C. La ciudad seguía siendo un gran centro cosmopolita tanto de culturas como del saber, sin embargo, la religión mayoritaria ya no era la mezcla alejandrina teológica egipcio-griega sino el cristianismo, el cual había conseguido su libertad de culto gracias al edicto de Milán del 313 d.c del emperador Constantino. En poco tiempo no sólo había conseguido libertad sino imponerse como religión oficial del Imperio Romano con una importante repercusión en el ámbito social y político.


La afición de Hipatia por el estudio viene por su padre, famoso Teón de Alejandría responsable de la Biblioteca del Serapeium, que era la heredera de la gran Biblioteca de Alejandría. Él mismo era astrónomo y matemático y le inculcó a su hija el gusto por las ciencias, en donde la chica pronto sobresalió tanto que incluso se dice que inventó un instrumento para destilar água llamado Higrómetro.


Es entonces colmado su interés por la ciencia cuando decide compartirlo con su otra pasión, la filosofía, ésta la lleva a viajar a Atenas y seguramente a Italia. Entra en contacto con los más importantes estudiosos del Neoplatonismo, aprende de ellos de tal manera que ella misma ocupa la cátedra en la escuela alejandrina donde dará clases tanto a cristianos como a paganos. Así alcanzaría gran fama y renombre en la ciudad, las autoridades más importantes le pedían consejo teniendo en gran consideración su criterio. Así pues, Hipatia era una rara avis, una mujer que era practicamente de la categoría de un hombre y que no temía por reunirse con ellos en asambleas de igual a igual.

Se han conservado varios documentos de sus discípulos, como Sinesio de Cirene que acabaría siendo obispo con quien tuvo gran amistad, loando sus cualidades como maestra y persona, uno de ellos sería Orestes, prefecto romano que tendría un papel importante en la vida de Hipatia, quien sin embargo permaneció célibe toda su vida , enamorada parece ser sólo del conocimiento.

No tardaría en torcerse las cosas para la filósofa ya que la ciudad, como siempre había sido, era un hervidero de ideas y de luchas por el poder. Los cristianos alejandrinos eran defensores de la ortodoxia más radical y el hecho de que el emperador Teodosio decretase el fin de culto y de templos paganos les dio alas para que bajo el obispo Teófilo atacasen en el año 391 el templo del Serapeium profanándolo totalmente.

Hipatia pese a todo conseguiría aguantar el embiste y proseguir hasta que 25 años mas tarde estallaria de nuevo la revuelta, esta vez por culpa del sucesor de Teofilo, Cirilo en una afrenta contra Orestes. Una lucha de poder entre política y religión para conseguir preponderancia de Alejandía como cabeza de estado frente a la capital Constantinopla, todo ello velado por una discusion religiosa bajo la naturaleza de Cristo: doble sostenida en la capital y monofisista defendida por Cirilo.



La crisis se agudizaría con el ataque de monjes del desierto sobre Orestes y su compañía, causando victimas que por obra de Cirilo fueron convertidos en mártires por la fe. La amistad de Hipatia con Orestes , cristiano también aunque más flexible, sería la razón de sus problemas. Cirilo comenzó a culpar a Hipatia acusándola de influenciar con sus enseñanzas en su escuela y en sus reuniones con las autoridades, era clara su envidia y su recelo por la mujer que gozaba de demasiada libertad para la ortodoxia cristiana.


El odio llegó a ser tal que decidieron atacar a Hipatia en su carro al volver a casa, la turba le arrancó la ropa, la llevaron a rastras hasta una iglesia cercana donde la lapidaron y la despedazaron salvajemente con piedras, por último sus restos fueron arrojados al fuego a modo de sacrificio purificador.


El crimen fue profundamente condenado y lamentado por la mayoria de los sucesores y las fuentes que han llegado, remarcando la envidia de Cirilo por los conocimientos de Hipatia, sobre todo en astronomía, un cruel final para una mujer única en su momento que sería recordada durante siglos en su Egipto hasta que su persona saliera de nuevo a la luz en la época de la Ilustración como mártir filósofa.

La escuela de Atenas del artista Rafael representando a la mayor parte de los filósofos de la época clásica, fue reprendido por pintar a Hipatia, una mujer entre tanto hombre, el artista acabaría usando como modelo al joven Francesco María de lla Rovere.


Detalle de Hipatia con Parménides a su lado

Con su desaparición se apagó la última luz de la otrora sabia ciudad de Alejandría.

Os dejo el trailer de Ágora




Si os habéis quedado con ganas de saber más, tranquilos, os he dejado arriba el enlace a nuestro post de la Biblioteca de Alejandría.


Asi mismo, en breve colgaremos otro post acerca del Neoplatonismo en nuestra nueva sección de Filosofía.


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2 comentarios:

  1. me encantó este post!
    esperemos la peli

    saludos!

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  2. Estupendo, yo no lo hubiera redactado mejor.

    Te invitaría el viernes al cine pero...

    ResponderEliminar

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