22 sept 2009

Tricksters [II] Mitología japonesa (2)

 Siguiendo con el tema de los Tricksters, nos adentramos en la figura mitológica del Kitsune.

Ha resultado un post muy extenso y aun así quedan cosas interesantes por decir, he decidido dividirlo para no dejar cosas en el tintero. Esta es la parte que podría resultar  más monótona, en la siguiente añadiré historias con el Kitsune como protagonista, sus apuestas con los Tanukis (mapaches con poderes similares ), algunos cortos animados de esas historias y la relevancia de este personaje en la cultura Manga actual.

Kitsune [狐, キツネ - zorro]

Kitsune representa a un espíritu del bosque, no a un dios, pese a que es venerado como tal. Su origen se sitúa en el Antiguo Japón, siglo V a.c., cuando estos animales vivían en armonía con los humanos; derivando en un sinfín de leyendas. Están asociados con Inari, el dios Shinto del arroz. Originalmente, los kitsune eran mensajeros de Inari, pero la relación entre ambos ahora es tan confusa que Inari a veces es mostrado como un zorro. Asimismo, santuarios enteros son dedicados al kitsune, donde los devotos rinden ofrendas.

Existe controversia acerca de su origen. Es ampliamente conocido que algunos mitos de los zorros pueden ser encontrados en China, Corea o la India. Muchas de estas primeras historias están registradas en el Konjaku Monogatarishū (今昔物語集, traducido como "Antología de Cuentos del Pasado"), una colección japonesa de más de mil cuentos escritos durante fines del Período Heian (794-1185). La colección completa fue originalmente reunida en 31 volúmenes, de los cuales sólo 28 se conocen en nuestros días. Los mismos contienen varias historias de India, China y Japón.

Las historias folclóricas chinas se refieren a su kitsune como “huli jing”; en Corea existe la misma referencia bajo en nombre de kumiho, ambos, con la diferencia de ser considerados como seres malignos; opuestos a su homólogo japones.

Según las creencias derivadas del fusui (feng shui), el poder que kitsune ejerce sobre el mal puede representarse en una estatua de zorro que tiene las propiedades de disipar la energía o "kimon" maligno que fluye desde el noreste. En muchos santuarios de Inari, como el famoso santuario Fushimi Inari en Kioto, existen dichas estatuas, a veces en gran número.

Los kitsune están conectados con el budismo a través de Dakiniten, una diosa menor que se combina con el aspecto femenino de Inari. Dakiniten es representada como un bodhisattva femenino portando una espada y cabalgando un zorro volador de color blanco.


Según la mitología japonesa, el zorro es un ser inteligente que posee habilidades mágicas, las cuales se van incrementando con la edad y la adquisición de conocimientos. Generalmente, un gran número de colas indica a un zorro más longevo y más poderoso; de hecho, algunas narraciones populares mencionan que un zorro tendrá colas adicionales cuando haya alcanzado los mil años. En las historias son comunes los kitsune de una, cinco, siete y nueve colas. Cuando un kitsune obtiene su novena cola, su pelaje se vuelve blanco o dorado. Los zorros de nueve colas o “kyūbi no kitsune” tienen la habilidad de ver y oír cualquier suceso que ocurra en el mundo. Otras historias le atribuyen sabiduría infinita, esencialmente omnisciente.

Se presentan como embaucadores, con variaciones que llevan desde seres traviesos hasta malévolos. Las leyendas cuentan que los kitsune traviesos atacaban a los samurái demasiado orgullosos, comerciantes codiciosos y plebeyos pretenciosos, mientras que los más malvados abusaban de los comerciantes pobres y granjeros o sobre los monjes budistas devotos. Sus víctimas eran usualmente varones; ya que las mujeres eran poseídas.

Un kitsune puede tomar forma humana, una habilidad que se aprende a cierta edad, normalmente a los 100 años. Como requisito para la transformación, el zorro se debe poner una hoja de gran tamaño o una calavera sobre la cabeza. Son particularmente conocidos por convertirse en mujeres hermosas, chicas jóvenes, hombres ancianos o la apariencia de una persona en concreto. Había una creencia popular en el Japón medieval en la que si se encontraba una mujer solitaria, especialmente al anochecer o durante la noche, lo más seguro es que fuera un zorro.

 En algunas historias, tienen dificultad para esconder sus colas cuando se transforman en seres humanos ya que les aparecía si se emborrachaban o se descuidaban. Otras formas de descubrir su identidad era, observando si su sombra se proyectaba con la forma de zorro, haciéndole ver su propio reflejo o que como seres humanos aún tuvieran rasgos parecidos al zorro. El término kitsune-gao (literalmente "cara de zorro") se refiere a las mujeres que tienen una cara angosta con ojos muy juntos, cejas delgadas y pómulos salientes. Tradicionalmente, esta estructura facial es considerada atractiva.
Los kitsune tienen fobia y desprecio a los perros, inclusive en su forma humana, algunos se turban ante su presencia al punto de mutar a su forma animal para huir, (a veces en momentos poco apropiados, creando situaciones cómicas).


Otras habilidades sobrenaturales que se le atribuyen comúnmente al kitsune incluyen la posesión (Kitsunetsuki), la aparición de fuego o luz en la boca o en las colas (son conocidos como kitsune-bi; literalmente "zorro de fuego"), la manifestación voluntaria en los sueños de otros, la capacidad de volar, invisibilidad, y creación de ilusiones bien elaborados que son casi indistinguibles de la realidad. En algunas historias se menciona al kitsune con poderes más grandiosos, como curvar el tiempo y el espacio, volver locas a las personas, o tomar formas fantásticas como un árbol de considerable altura o una segunda luna en el cielo. Otros tienen características similares a los vampiros o los súcubos y se alimentan de la energía vital o del espíritu de los seres humanos, generalmente a través del contacto sexual.


 Kitsunetsuki

El kitsunetsuki (狐憑き o 狐付き) mencionado en el párrafo anterior, significa literalmente "estar poseído por un zorro". La tradición japonesa menciona que la posesión de un zorro puede hacer que si la víctima es analfabeta tenga la habilidad temporal de leer. El exorcismo, a veces realizado en un santuario de Inari, puede inducir a un zorro a abandonar su huésped. En el pasado, cuando no era posible el exorcismo con métodos benevolentes, las víctimas eran golpeadas para forzar el abandono del espíritu. Cabe anotar, que al liberarse de la posesión, la víctima no será capaz de comer tofu, azukimeshi, u otra comida que le agrade a los zorros.

El kitsunetsuki era considerado una enfermedad desde la era Heian y permaneció como un diagnóstico común de una enfermedad mental hasta comienzos del siglo XX. En la actualidad, el kitsunetsuki es una psicosis étnica única en la cultura japonesa. Aquellos que sufren esta condición creen ser poseídos por un zorro. Los síntomas son similares al síndrome psiquiátrico conocido como licantropía clínica en occidente.



 Hoshi no tama

Las descripciones de los kitsune o de sus víctimas poseídas pueden hacer referencias a esferas blancas redondas y brillantes o de fuego, llamadas hoshi no tama (esferas de estrella). Cuando no están en su forma humana o en una posesión con un humano, un kitsune mantiene el hoshi no tama en su boca o lo lleva en su cola. Estas joyas son un símbolo que identifica al dios Inari, y las representaciones de estos zorros sagrados de Inari sin su hoshi no tama son escasas y consideradas rarezas.

Otra leyenda cuenta que la perla representa el alma del kitsune y éste moriría si se le separa de él por mucho tiempo. Los que obtienen la esfera pueden ser capaces de obtener una promesa del kitsune a cambio de devolver la esfera al zorro

Esposas y amantes
Los kitsune son muy conocidos como amantes, usualmente en historias que involucran un joven varón humano y un kitsune que toma la forma de una mujer humana. Los kitsune pueden ser seductores, pero estas historias ofrecen un aspecto más romántico. Típicamente, el hombre joven desconoce que se casa con un zorro, quien se muestra como una esposa devota. El hombre eventualmente descubre la verdadera identidad del zorro, y la esposa es forzada a dejarlo. En algunos casos, el esposo despierta de un sueño, con inmundicia, desorientado y lejos del hogar. Él debe entonces regresar a confrontar a su abandonada familia deshonrada.

Muchas historias presentan a las esposas zorro teniendo hijos. Si los hijos son humanos, heredan cualidades físicas especiales o sobrenaturales. El onmyōji Abe no Seimei era conocido por haber heredado dichos poderes extraordinarios.

Como último dato, una curiosidad, como algunos ya sabréis, el saludo por teléfono típico en Japón es "moshi-moshi", parece ser que un kitsune es incapaz de pronunciarlo con lo cual el que habla se está asegurando, o confirmando al que le escucha, que su interlocutor no es un zorro transformado.



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3 comentarios:

  1. Ya sé que sonará raro en mi diciendo esto en un post Japo pero he de admitir que este me encanta.Chapó por ti.

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  2. Sí, me suena raro, algo me vas a pedir ¬_¬
    Te gusta porque has participado. En Japundit la están votando sin siquiera entrar a verla, melospliquen.

    En fín, me voy a escanciarme un culín

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  3. *-* ame este post! este tipo de historias son muy interesantes

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