El contenido de este artículo puede herir su sensibilidad.
Sus novelas, en las que parodia de forma encantadoramente hábil, y tomando ideas prestadas de autores como J. R. R. Tolkien, Robert E. Howard, H.P. Lovecraft, Dante Alighieri o William Shakespeare, así como de la mitología, en los que establece paralelismos satíricos con temas culturales, tecnológicos y científicos actuales, han ocupado siempre un lugar preferente en mi estantería.
Pero este no va a ser un post sobre su obra, con la que tantos buenos ratos he pasado, ni sobre el entrañable personaje; sí en cambio sobre la muerte, de la mano del propio Terry Prachett, mientras explora la realidad del suicidio asistido.
Pratchett, descubrió que padecía de una rara forma de Alzheimer en 2008, está considerando acabar con su vida antes de que progrese demasiado su condición.
Pratchett, descubrió que padecía de una rara forma de Alzheimer en 2008, está considerando acabar con su vida antes de que progrese demasiado su condición.
No importa lo rápido que viaje la luz; siempre se encuentra con que la oscuridad ha llegado antes y la está esperando.-- Terry Pratchett, El Segador.
Adoro a este escritor, y sentí una gran tristeza al saber de su enfermedad. Sin embargo, le admiro más aún por todo el arrojo que está demostrando a la hora de defender el suicidio asistido, y sobre todo, el derecho de poder hacerlo en su propia casa, o como él dice, en el jardín, o en la biblioteca, si llueve.
ResponderEliminarEsperemos que su lucha sirva para algo, aunque sea para dar ejemplo y que las cosas puedan cambiar para todas aquellas personas que sufren enfermedades terminales.