Los Evangelios Apócrifos

Apócrifo deriva del latín apocryphus y del griego άπόκρυφος , cuyo significado es "oculto". En el tema de los evangelios hace referencia a aquellos que no han sido aceptados como oficiales por la Iglesia, son denominados extra-canónicos. Siempre que tocamos algún tema de la Iglesia católica o cristiana en general se vuelve peliaguado puesto que parece que nos metemos en aguas turbias que a nadie le interesa limpiar o más bien no se les permite limpiar.

En el siglo XXI por suerte o por desgracia el poder de la religión sigue siendo grande aunque en España nos dé la impresión de que somos un estado laico, en el que estado y religión no van de la mano, cada vez que ocurre un debate sobre una cuestión científico-ética aparece la Iglesia católica dando su "respetuosa opinión", personalmente no es que me moleste; miento, me molesta, pero lo que más me molesta es que en los tiempos que corren haya gente joven que acepta ciegamente según que dogmas, doctrinas y recomendaciones católicas sin siquiera cuestionarlas durante un momento, es más la defienden. Podría comprenderlo de gente mayor que han tenido que vivir en una dictadura donde ser católico era parte obligatoria de ser español pero hoy en día? no lo entiendo de verdad. No quiero decir que esté en contra de las creencias, allá cada cual con lo que crea y deje de creer pero pido un poco de eso que tanto comentamos en nuestro blog, el espíritu escéptico. Analiza lo que te cuentan, medítalo y toma tu propia decisión acerca de lo que crees y no como un papanatas que simplemente te tragas lo que te cuentan porque fue palabra de nuestro Señor..amén

Esta paranoia mental que me ha surgido en plena Semana Santa viene relacionada con el tema de los evangelios canónicos, Mateo Lucas Marcos y Juan, los que todo el mundo lee y estudia en la catequesis de pequeños. Me quema la palabra canónica, de kanon en griego a la manera de ley y norma. A poco que haya leído uno acerca de la historia del catolicismo, o del cristianismo en general se dará cuenta que esa oficialidad ha venido decidida en los primeros siglos de nuestra era por unos cuantos concilios de obispos, cardenales, sabios de la Iglesia...del siglo IV?. Los cuales por su voto distinguieron bajo no se sabe que criterio (iluminación divina) qué era verdad y qué era mentira, lo que era oficial y qué una herejía, curiosamente bajo la atenta mirada del emperador cristiano romano de turno o del rey que le interesaba políticamente una u otra elección. En el siglo XXI debemos aceptar como ciertos unos dogmas, unas "verdades" impuestas por unos pocos de hace 15 siglos los cuales claro está se basaron en las enseñanzas de ese Jesús profeta histórico hijo de Dios que le fueron transmitidas bien oralmente o bien por los evangelios, cartas y demás textos oficiales, curiosamente también escritos años después de la muerte de Cristo, exceptuando para los puntillosos el de San Juan. Tradición oral....en el siglo I,  bien eso me deja mucho más tranquila acerca de la veracidad de los hechos, solo he decir lo siguiente "deformación del mensaje". Evangelios....quiere decir libros escritos bajo "nosesabequien" con su propia cultura, su vida, su manera de ver las cosas, su interpretación y sobre todo bajo una determinada intencionalidad de mensaje. No creo que os diga nada nuevo con el dato de que en la antigüedad los escritos no gozaban precisamente de Objetividad como la conocemos hoy en día...

Todo esto viene a colación del tema de los ya citados evangelios apócrifos, los cuales narran episodios de la vida de Jesús desconocidos para la gran mayoría, no voy a caer en el sensacionalismo tipo código Da Vinci, es más que claro que hay investigadores competentes que los han estudiado y han concluido que su narrativa cae en la fantasía y la exageración, pero hay ciertos pasajes que habría que tener más en cuenta, no siendo tan cerrados dogmáticamente. Los evangelios son solo una muestra más del cuidado con el que debemos aceptar lo impuesto como verdadero.

Se conocen aproximadamente unos cincuenta de estos escritos agrupados por temáticas, de la natividad, de la infancia de Cristo de su pasión y muerte; otros tratan mas bien de tema teológico como los gnósticos.

En cuanto a la infancia de Jesús, el Evangelio del Pseudo Mateo del siglo IV o V se elabora a partir de un texto anterior de la natividad conocido como el Protoevangelio de Santiago. Según nos cuenta este documento el joven Jesús era poco menos que un niño malcriado y endiosado obrando toda clase de maravillas y milagros así como castigando a mayores y amigos que le contradecían gracias a sus poderes divinos aunque si bien todo hay que decirlo la intención del autor seguramente habrá sido la de magnificar la gloria divino del niño o eso quiero pensar.

Hablando de los Gnósticos, denominados así porque hacen referencia al conocimiento gnosis. Cristo revelaba su mensaje, su conocimiento, su verdad solo a unos pocos que estaban preparados realmente para recibirlo y por medio del cual alcanzarían la salvación mas allá de la imagen de los canónicos de una salvación gracias al sacrifico de Jesús en la cruz. Se encontraron en Nag Hammadi, Egipto en 1945 un conjunto de textos en papiro en idioma copto (cristianos egipcios.), entre los cuales podemos encontrar el Evangelio de Felipe donde se encuentran sentencias teológicas para una iniciación en el campo del conocimiento cristiano y el Evangelio de Tomás, elaborado como un compendio de máximas de Jesús.

Hace unos pocos años se armó un revuelo por otro de estos evangelios gnósticos, publicado en su día por National Geographic, era el famoso Evangelio de Judas. En esta ocasión Judas pasa de ser el traidor maltratado por la historia a ser el que se sacrifica por el Maestro, su mejor discípulo, el que goza de mayor confianza, quien mejor comprende su doctrina y por tanto al que se le ofrece la labor de entregar a Jesús y cumplirse lo escrito teniendo a cambio un lugar en el cielo al lado de Cristo.

Tratando el tema clave de Semana Santa, la muerte y resurrección, según los Hechos de Juan,  en la última cena no se come pan y vino sino pan y agua, en este momento el propio Jesús comenta que" va a ser liberado y será él mismo el libertador", posteriormente mientras lo crucifican, Juan su discípulo más querido está escondido en una cueva donde recibe el mensaje revelador de Jesús. Por otro lado en el llamado Evangelio de Pedro se habla del episodio de Jesús en la cruz donde al parecer éste no pronuncia el famoso "Padre, por qué me has abandonado, Eloi Eloi lama sabachthanit", sino un "Fuerza mía , tú me has abandonado", quizás sea una tontería o quizás no.

En el Evangelio de Nicodemo fariseo amigo de Jesús, también se habla de la pasión de Cristo. La primera parte trata del proceso en sí con las autoridades donde el propio Nicodemo hace lo que puede intercediendo por Jesús. Pilato gobernador en la provincia de Judea también se muestra favorable a él aunque por las presiones de los judíos no le queda más opción que condenarlo lamentándolo de tal manera que incluso ayuna durante un día. José de Arimatea se encarga de enterrarlo no sin sufrir él mismo unas serias amenazas por parte de los judíos. La segunda parte denominada Descenso a los infiernos es de otro autor ya, en esta parte no sólo Jesús ha resucitado sino muchos otros que aparecen vestidos de blanco en Arimatea y que incluso llegan a comprobarlo el Consejo de sacerdotes de los judíos in situ con nombres concretos, los cuales les relatan los milagros de Jesús en el infierno salvando a los justos de corazón de las manos de Satanás.

Como veis en el tema de los apócrifos hay un poco de todo, más o menos creíble y simbólico. Es obvio que hay cosas que no se pueden defender pero lo que me gustaría es que al menos en temas de religión la gente fuera un mínimo de exigente y crítica con lo que se les dice. Para todo lo demás es cuestión de fe.

Podéis consultar información acerca del citado Evangelio de Judas en la web de NG con una interesante explicación acerca de su historia, traducción y demás Aquí

Para leer más de este tipo de temas, podéis visitar el siguiente blog que he usado como fuente, pertenece a Antonio Piñero, catedrático de filosofía griega de la complutense Aquí.