La llamada Giralda de Sevilla es uno de los símbolos más conocidos de la arquitectura islámica en nuestro país, hoy como torre campanario de la catedral fue realmente el antiguo alminar de la mezquita sevillana levantado a finales del siglo XII con más de 80 metros de altura. Un edificio realmente elegante y esbelto que destaca por la ornamentación sebka que la cubre totalmente en su fachada, la cual oculta en su interior unas rampas en lugar de escaleras que en su momento ayudaron a los musos de carga a transportar los materiales para su construcción. El campanario como he dicho adquirió su forma actual tras la remodelación llevada a cabo a finales del siglo XVI donde se le añadió la cúspide barroca así como las barandas de los arcos del alminar. Como remate se le colocó en lo alto la famosa figura "el giraldillo" como símbolo de la fe cristiana sobre el islam.
La Giralda es seguramente el monumento almohade más importante de la península, o al menos de los más conocidos, sin embargo no es el único alminar que ha llegado a nuestros días, tiene un par de hermanos en el Magreb quizá no tan conocidos entre el público pero que son igualmente dignos de mención y que guardan un sorprendente parecido con su hermana melliza.
Para situarnos históricamente, de sus constructores hay que decir que los almohades surgieron a partir de la figura del teólogo Ibn Tumart nacido al sur de Marruecos. Su filosofía de entender el Islam era crítica frente a la de sus gobernantes los maliquíes y los almorávides, gobernantes en Andalucia. Según Tumart éstos eran demasiado fieles al dogma, esto es, una interpretación literal del Corán por la cual se le atribuían a Dios cualidades humanas tadjisim, eran culpables de asociación con su literalidad, políteistas en cuanto a que trataban las cualidades de Dios de forma independientes en clara afrenta a su unidad indivisible tauhid. Por todo ello, también por intereses políticos, les declaró la guerra santa y formaría un grupo llamado al-muwahhidun confesores de la unidad de Dios de donde deriva la palabra almohade. Tumart se llamaría a sí mismo Mahdi El Elegido y crearía un rígido aparato administrativo y de gobierno dividido jerárquicamente. Su comunidad se transformó en una dinastía de gobernantes que dieron el paso definitivo conquistando Marrakech tomando el control en el Magreb. Control que pasaría a al-Andalus haciendo de Sevilla su capital en el 1170.
Fue en Marrakech donde la dinastía almohade fundaria la base espiritual y administrativa de su reino y es aqui donde encontramos otra Giralda, es el alminar de la mezquita de la Kutubiyya de una altura de 67 metros distribuidos a lo alto de siete piesos abovedados con cúpulas. Coronando el edificio se encuentra una linterna sobre la que se alza una cúpula decorada por un remate de alminar con tres esferas doradas. Las fachadas laterales del alminar están interrumpidas por varios pisos de ventanas gemelas enmarcadas por arcos ciegos, además la sección superior del alminar forma una arcada de arcos cciegos cuyos recorridos se prolongan mas allá del vértice de los arcos, entrelazándose y formando una trama que ya habiamos nombrado en la Giralda, conocida como ornamento sebka.
La tercera hermana la encontraremos en Rabat, conocida como la torre de Hassan. Este alminar sin embargo está inacabado como también lo está la mezquita a la que pertenece. Su tamaño habría llegado a los 80 metros equiparables con su igual en Sevilla, también es muy parecida su decoración: el piso bajo consta de una entrada de arco de herradura, el segundo lleva unas arcadas ciegas insertas en el muro y en el tercer nivel vemos unos arcos poliobulados y una tracería muy similar a la sebka sevillana. Fue mandada construir en su dia por Yaqub al-Mansur al parecer con una gran ambición puesto que, en una ciudad de modesta población en el siglo XII como era Rabat, las dimensiones de esta mezquita eran tales que de haberse terminado habría superado con creces a la Gran Mezquita de Córdoba Omeya de quien parece haber intentado heredar su título de poder en el mundo del Islam.
Para saber más os dejo el siguiente enlace relacionado con la arquitectura islámica donde podéis encontrar algunas ilustraciones bastante interesantes como la siguiente comparativa
Muy interesante, como me ha recordado esto a mis noches de assasin creed, subiendome a los alminares. Soy Malagueño y cuesta hablar bien de sevilla jaja, pero realmente su Giralda es el semblante mas bonito que tiene la ciudad, con la torre del oro el turista queda algo decepcionado que piensan sera algo monumental y luego ven lo minuscula que es , pero no por ello menos interesante.
ResponderEliminarMuy curiosa la imagen comparativa de los rascacielos del islam, la guardo.
No estoy al loro de esos piques internos entre los andaluces, aunque no se por qué esa tirria a Sevilla jaja.
ResponderEliminarCorroboro lo de la Giralda sobre todo de noche tomando algo en la calle Betis al lado del Guadalquivir y lo de la Torre del Oro a mí no me pareció tan pequeña, estaba muy chula sobre todo al atardecer.
Hoy mismo estuvieron mis padres en la Giralda de vacas... saludos!
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