En esta semana temática que estamos haciendo aprovechando la festividad de la noche del sabado de Halloween nos ocuparemos en esta nueva entrega de hacer mención a las distintas concepciones que tenían sobre el paso a la otra vida en otras culturas que irremediablemente han influído de manera más o menos indirecta en la teología cristiana acerca de los conceptos de Cielo e Infierno. Una de ellas es Egipto, una sociedad donde la muerte se le consideró un pasó más en esta vida, más bien el paso a la otra vida, renaciendo cuerpo y espíritu en el paraíso junto con los dioses pero con cuidado porque su alma podía ser devorada en el inframundo si el difunto había obrado mal en vida.
Vamos a verlo con detalle.
LA MOMIFICACIÓN.
Cuando se producía la muerte, el difunto era llevado a la tienda de Purificación.El proceso en sí había sido aprendido de manera natural por el proceso físico de enterrar los cadáveres en el desierto y comprobar que éste funcionaba como desecante natural. Los Egipcios comprendieron la técnica y la mejoraron hasta altos niveles de conservación. Sin embargo había un aspecto más místico en este proceso basado en la historia del dios Osiris, asesinado y descuartizado por su hermano Seth, fue reconstruido su cuerpo por su mujer Isis con ayuda de su hermana Neftis y Anubis.Así pues Osiris se convirtió en la primera momia a la cual todos los difuntos aspiraban a identificarse para conservar su cuerpo intacto y renacer en la otra vida.
La momificación no era sencilla y menos aún barata.Las clases más modestas debían aspirar a una limpieza del interior y un desecamiento con Natrón, quizás un tratamiento mas elevado incluiría el baño con aceite de cedro.Las clases más pudientes podían pagarse un proceso completo llevado por los sacerdotes y supervisado por uno de ellos personificando a Anubis.Se incluía una purificación con agua, posteriormente se sacaban los órganos internos que eran tratados y guardados en los vassos canopes.Se limpiaba bien el cadaver con esencias y se le sometía al desecamiento con Natrón durante 36 días, tras los cuales, el cuerpo era arreglado y se le llevaba a la sala de regeneración donde se le vendaba y se le colocaban amuletos o fórmulas de buena suerte.
LA MORADA DE ETERNIDAD
Así llamaban a la tumba los egipcios, pero antes de enterrarlo tenía lugar una pequeña procesión, portando el cuerpo en un trineo, acompañado de familiares, sacerdotes y plañideras.Llevan también el ajuar funerario, comida y bebida. Es llegados a la tumba donde se produce el ritual de la apertura de la boca, en el que el heredero mediante una azada toca la boca, ojos, nariz, boca y orejas para abrirle los sentidos, devolverle la vida y dejarle listo para recibir el Ka.Todo este ritual esta acompañado por oraciones, fórmulas mágicas, etc.
Al final se coloca al difunto en su tumba, con todos los objetos adecuados para su vida eterna.La tumba en donde se encuentran representadas escenas de la vida cotidiana, como momentos en el campo con los cereales o la pesca, cuya intención era dotar al difunto de una cantidad de comida suficiente como para no pasar hambre en la otra vida. También se representan escenas del difunto con Osiris, Hathor y Re con quien el muerto renacía en la otra vida como el sol. El famoso libro de los muertos eran las fórmulas mágicas que se escribían en la tumba por si el difunto las olvidaba en su peligroso viaje por el otro mundo a modo de chuleta.
Respecto al ajuar, éste constaba de todo tipo de objetos, basta tener en la imagen el de Tutankamon, pero digamos que las clases más humildes se conformaban con sus objetos personales más importantes, como amuletos y joyas para su protección mágica, máquetas de su casa o barcos, los famosos Ushebtis que eran estatuíllas que hacían las labores de obreros para el difunto en la otra vida y juegos como el Senet que tenía el significado metafórico de que si el difunto ganaba la partida entonces pasaba a la otra vida.
EL ÚLTIMO VIAJE
Terminados todos los rituales tenía lugar el último viaje del alma del difunto. Hay que explicar sin embargo que la separación cuerpo/alma era un poco más compleja para los egipcios. Respecto al cuerpo o a la parte material ellos lo separaban en tres aspectos que eran el nombre Ren, la sombra Shut y el cuerpo Khet. Por eso la importancia tanto de mantener "vivo" el nombre de la persona como el estado de su cuerpo. Respecto al alma ellos la separaban en dos conceptos: el Ka que se refería a la energía vital que poseía de manera igualitaria todo ser vivo y el Ba que hacía referencia digamoslo así a la personalidad de cada uno.El Ka se separaba del cuerpo en el momento de la muerte por eso se colocaban estatuas substituyendo al cuerpo para acogerle mientras se preparaba su cuerpo verdadero, el Ba por el contrario a veces salía de la tumba para relacionarse con los vivos en forma de ave con la cabeza del difunto.
A lo que se aspiraba era a un renacimiento completo de cuerpo y alma en la otra vida, para los egipcios la vida era un conjunto de ciclos de muerte y vuelta a la vida, basado en la observación de la naturaleza, las cosechas, la crecida del nilo, los famosos escarabajos o el mismo sol Re. Éste ultimo disputaba cada día una lucha, cuando se ocultaba por occidente (zona de los muertos) entraba al mundo de las tinieblas acompañado por las almas de los muertos luchando con los seres malignos hasta conseguir renacer a un nuevo día por oriente.
Sin embargo como dijimos al principio, para llegar a ese paraíso, a ese renacimiento el difunto debía pasar una serie de pruebas, siendo la más importante la del tribunal presidido por Osiris y por 42 jueces donde tenía lugar el pesado de las almas. Para los egipcios tener una conducta ejemplar significaba mantener la verdad, el orden y el equilibrio, es decir mantener lo que ellos llamaron Maat, representado por una mujer y una pluma.
Sin embargo como dijimos al principio, para llegar a ese paraíso, a ese renacimiento el difunto debía pasar una serie de pruebas, siendo la más importante la del tribunal presidido por Osiris y por 42 jueces donde tenía lugar el pesado de las almas. Para los egipcios tener una conducta ejemplar significaba mantener la verdad, el orden y el equilibrio, es decir mantener lo que ellos llamaron Maat, representado por una mujer y una pluma.
Anubis se encarga de pesar su corazón en una balanza junto con la pluma de Maat, la persona entonces comenta un discurso donde confiesa todo lo malo que no ha cometido, que no ha mentido, etc etc. bajo la atenta mirada del dios Tot tomando nota en un papiro. Si no dice la verdad y su corazón pesa más que la pluma está condenado y será consumido por la criatura Ammit la devoradora.Si dice la verdad y se ha portado bien, entonces será considerado justo de voz y llegará al paraíso egipcio que era una representación idílica de su propio país con arboles frutales, campos siempre verdes, abundante pesca, todo ello para vivir eternamente con los dioses en los campos de Ialu.
La huella de tus primeras 10.000 visitas ha quedado reflejada, y desde aquí te doy mi más sincera enhorabuena, sin duda, vendrán, 10.000 veces más. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Max , sin tu colaboración no habría sido posible, un abrazo para ti también.
ResponderEliminarSin duda los egipcios tenían en la momificación todo un arte, para mi el retiro de órganos me sigue pareciendo una proeza para la época, tuve la posibilidad de admirar algunas de estas momias en el Museo Británico de Londres y quede asombrado con la conservación de algunas de ellas. Un pueblo con unas creencias muy profundas en lo que hoy es todo un enigma para la ciencia y una de las búsquedas del Grial modernas mas fascinantes.
ResponderEliminarEl Reino de los faraones nos abre muchas puertas hacia la interpretación de los desconocido y el respeto o miedo a la muerte....
FELICIDADES POR TAN FANTASTICA CIFRA ^^ (ya quisieran muchos...)
Saludos