"No vale la pena ver ninguna montaña después de un viaje a las Cinco Montañas Sagradas, y ninguna de las Montañas Sagradas merece ser vista después de un viaje a Huangshan."
En China, desde tiempos remotos, las montañas fueron lugares privilegiados para las actividades religiosas. La traducción de peregrinaje, chaosheng, es la abreviatura de chaobai shengshan, “ofrecer sus respetos a la montaña sagrada”.
Como “hijo del Cielo”, el emperador sentía el deber de ir durante su reinado, a la montaña sagrada para ofrecer un culto, o al menos, de enviar a una delegación. Lo hacían generalmente en su toma de poder para afirmar su calidad de titular del “mandato celestial”, especialmente cuando inauguraban una nueva dinastía.
Estos ritos imperiales eran el feng destinado al Cielo y el shan destinado a la Tierra.
El monte oriental Taishan (de la Supremacía), el occidental Huashan (del Esplendor), el meridional Hengshan (del Equilibrio), el septenrional Heengshan (de la Constancia) y el central Songshan (de la Eminencia); son conocidas como las cinco montañas sagradas de China. Su altitud alcanza los 2.000 metros sobre el nivel del mar.
El conjunto de las cinco montañas sagradas se fueron constituyendo progresivamente y aparece bien estructurado a partir de las Dinastías del Norte y Sur entre el año 420 y 589 donde, con el desarrollo del budismo y las grandes escuelas taoístas, establecieron allí numerosos templos.
Los taoístas hablaron en esa época de “los dioses de las cinco montañas”.
La montaña sagrada de Hengshan del norte.
Heengshan (Tradicional: 恆山; Simplificado: 恒山; Pinyin:Héng Shān) {de la Constancia} está situada en Shanxi, provincia del Nordeste de China. Consta de dos cumbres de 2.190 y 2.017 metros, que están separadas por el cuello de Jinlong, llamado “dragón de oro”.
Numerosas batallas tuvieron lugar cerca de este paso estratégico. Bei Hengshan tenía, desde la época de la dinastía Ming, el apodo de “primera fortificación natural del Norte”. Se afirma que el Emperador Yao era un soberano modelo y se le atribuye la invención del calendario y del juego de Go.
En ella se encuentra éste Monasterio Colgante de Heng Shan, o Xuankong Si, que pertenece a la religión del Taoísmo.
El Monasterio ha sido reconstruido en varias ocasiones, consta con 40 salas de madera y estructuras que se soportan en un sistema de construcción que ha resultado además de efectivo, objeto de estudio por renombrados arquitectos. El sistema consta de un conglomerado de pilares, postes y pasarelas de vértigo, con habitaciones pegadas al acantilado, y ampliadas con excavaciones sobre el mismo. Es de hecho una verdadera maravilla arquitectónica.
La montaña sagrada de Hengshan del sur.
Hengshan (Tradicional: 衡山; Pinyin: Héng Shān) {del Equilibrio} en la provincia de Hunan, está compuesta por 72 cumbres.
Zhurong, antepasado mítico convertido en dios del fuego, se dice que vivió y murió allí. La humedad que se eleva del estanque de Hengyang y del río Xiang corona casi constantemente la montaña de nubes, a la que se denomina “fumada del monte Heng”.
Continua en: Las montañas sagradas de China [II]
Interesante... me gusta como escribes...
ResponderEliminarViniendo de un poeta... impacta. Grácias Leonel, te digo lo mismo, aunque tu estás a otro nivel.
ResponderEliminarSigue igual!
El monasterio por la noche es bella y romántica
ResponderEliminarHi The Envoy, glad to see you here. Thanks for your comment.
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